Vamos, levantaos del sillón, de la cama, sacaos el pijama, esas caras largas y salir a la calle. Mirar el cielo, despejado y brillante, o lleno de nubes, da igual. Siempre es azul a pesar de todo. Sentid el viento, la brisa, el aire... cerrad los ojos y respirad. Después, coged el teléfono, llamad a quién queréis, a quién os quiere, con quién pasáis los mejores momentos y que os de igual todo. Llamad a vuestros amigos y salid de fiesta, que el día es corto y la noche es joven. Hasta que el mundo se desgaste. La vida, son dos días y ya vamos por el segundo. Vamos allá.
Ahora, simplemente, Hakuna Matata, y ya está.