martes, 29 de octubre de 2013

Just killing time

Hay palabras y palabras, de rabia, de enfado, de euforia, de alegría, de dolor... Pero sin duda las peores son aquellas que nunca se dicen y que hacen falta, palabras que se reflejan en miradas que se lleva el viento.
No se escapó a tiempo del huracán, y lloró todas aquellas estrofas convertidas en polvo que tenía en su corazón. La escarcha de un adiós cubría su piel.
Poesía en las paredes, cuatro esquinas disfrazadas de barrotes, y versos surgiendo de sus pestañas cada vez que se sentaba a ver la lluvia sobre los cristales de sus venas.
Poco tenía ya que decir, el tiempo era una ficción, e intentaba no respirar para no ahogarse entre las nieblas de una nueva despedida. De poco sirven las palabras bonitas si no tienes quien las lea.
En un último rayo de esperanza, pidió a la luna que la convirtiese en mariposa, y allí, entre la primavera más oscura que nadie pueda recordar, lloró hasta ser de mármol.

viernes, 25 de octubre de 2013

Ya no hay obra que representar

Unas cadenas de cristal atan mis pies, pesan a cada paso, duelen a cada latido, lloran a cada parpadeo...
Te fuiste, y en tu marcha dejaste caer una jaula de hielo sobre mí, un muro... y una apariencia. Tu ausencia me encerró y ahora es ella la que me hace compañía. Los instrumentos lloran y la música cae, por una vez en esta historia, se cierra el telón. 
No hay una sola noche en la que mis ojos no lloren angustias por ti, un solo acorde que no sienta tu piel, un solo día en el que mis pensamientos no se dejen caer por tu sonrisa... Cada segundo asfixia un poco más que el anterior, impregnados de tu recuerdo. Cada palabra, viento y mirada perdida que llevan mis ojos, te pertenece. 
El tiempo sigue avanzando, como una rosa que se marchita bajo la lluvia, sin tiempo a secarse... 
El olvido recuerda. La vida es gris.
Cada mañana una careta nueva, sonrisas mecánicas y ensayadas frente a un espejo que solo devuelve ojeras e impasibilidad.

¿Por qué me dejaste aquí?