martes, 22 de noviembre de 2011

Síncopas

El tiempo pasa aunque no exista, pues eso dicen algunos. Pasa... Lento y eterno. Yo tampoco entiendo como pasa algo que no existe, pero es así. Y así es todo.
Inexplicable, inexistente.
Todo es un sueño sin sentido.
Atemporalidad. Contratiempos.
Una mezcla de luces, destellos y oscuridad. 
Los peces vuelan y las mariposas nadan. 
El cielo es transparente, el mar verde y el campo azul. El Sol acuna las noches y la Luna, ilumina los días. 
Tic, tac, tic, tac. Silencio.Un, dos, un, dos.
La luz es negra y las sobras brillan.
Silencio, silencio. Ritmo.
Pero nada existe. Nada es real.
Ni derecho ni revés. 
Ni arriba ni abajo, y las lámparas, al lado de los pies.
Vamos allá.
A ninguna parte. Estamos quietos y cambiamos de sitio. Nosotros giramos y el mundo no. Nos movemos sin movernos, y todo y nada con nosotros.
Cuando salen las estrellas, llueve...
Cuando salen las nubes, es de noche y que la claridad nos invade.
Adiós oscuridad, hola almohada.
Durmiendo la realidad duele, y despiertos, soñamos.
El mundo cambiado está igual que siempre.
Un, dos, un, dos. Ritmo. Silencio, silencio.
El pasado es el futuro mientras dejamos atrás el presente.
Y se habla con silencios, callando con palabras.
Cuando nada tiene sentido, todo encaja.
Síncopas, síncopas
Silencio, uno, silencio
Tiempo
Ritmo
Dos, uno, dos, uno
Tac, tic, tac, tic
Síncopas
Síncopas

A ti, Sara

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