viernes, 25 de mayo de 2012

Pensó, pensó y nunca dijo.

Una sensación de libertad recorrió su cuerpo, a pesar de que ya había aceptado que nunca somos libres del todo, pues siempre hay límites, siempre hay ataduras...
Siempre hay sentimientos.
Pensó en aquello que una sirena le había dicho una vez: "Siempre pensamos en el cielo como en la libertad, como en una posibilidad de escapar... Pero ni siquiera él es libre, está condenado. Condenado a ver siempre amanecer el Sol por el mismo sitio, y anochecer la Luna por el contrario... Siempre"
¿Qué significa ser libre?- pensó- Ya está todo inventado y catalogado, ya no se necesita nada más que caminar por el camino marcado, no pensar. Se hace lo que se dice que"se debe", y quién se sale de la senda no es bienvenido. Lo que se debe, lo que no, y en los mejores y más raros casos, lo que se quiere.
Pensó en que eso era la libertad, vivir la vida tal y como uno quiere, pero sin perjudicar a nadie más. Ninguna persona es superior a otra, nadie está por encima de nadie, y cuando antes entienda eso el mundo, todo irá mucho mejor, todo cambiará...
Pensó en que la libertad era una sonrisa.
Una sonrisa que contesta a otra, y un brillo en los ojos.
La libertad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario