martes, 12 de julio de 2011

Y otra vez.

Y otra vez, allí estaba , intentando poder escribir algo con un poco de sentido, algo que nada más empezar me enganchara, que no me dejara parar de escribir, hasta que el bolígrafo se quedara sin tinta, hasta que el lápiz se rompiera en mil añicos, como hacía mucho tiempo que no me pasaba. Y otra vez, lo único que me venía a la cabeza era tu nombre. Una simple palabra, siempre la misma, pero la única que tenía el poder de elevarme a las nubes, de perderme en un mundo inventado, la única palabra más grande que el propio infinito. La palabra que llevaba tus ojos grabados. ¿Por qué siempre tú?¿Por qué ya no puedo hacer nada sin que tu nombre y tu imagen se crucen en mi camino?
Y otra vez me doy cuenta, otra vez rompo a llorar, las lágrimas vuelven a inundarme, como antes, como hacía mucho tiempo que no me pasaba.
Y otra vez, vuelves para recordarme que jamás podré vivir sin ti.

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