viernes, 1 de abril de 2011

Abre los ojos.

Creías que estabas a salvo. Creías que las cosas iban bien, que ya nada te podía impedir ser feliz, conseguiste lo que querías, ya lo tienes todo. Pero deja que te muestre algo…
¿Ves a esa chica de allí? ¿La que está sentada en el banco? Pues bien. Ella te quiere.
Te quiere como nunca quiso a nadie. ¿La reconoces verdad? Si, es tu amiga. ¿No te lo esperabas eh? Pues ya ves. Está ahí sentada pensando en ti, en por qué estarás tan cegado que no ves las cosas, por qué sigues haciendo cómo si no te importara nada, y en realidad tú también la quieres. Si, si, la quieres. Mira, ahora le cae una lágrima.  Se levanta, se va. Tendrías que haber ido detrás de ella. ¿Sabes por qué te pasa esto? Porque has estado demasiado ocupado pensando en ti mismo, y no te diste cuenta de lo que le hacías a los demás. Porque no es sólo ella. Tus amigos esta empezando a notar algo raro en ti, te estás distanciando, y ¿todo por qué? Porque sólo piensas en ti, los utilizas, aunque a veces no te des cuenta, los estás perdiendo.
¿Que qué debes hacer? Cambiar. Corre. Ve y pídeles perdón. Diles que a partir de ahora estarás siempre para escucharlos, a su lado ayudándolos en todo. Diles que los quieres, diles que lo sientes. Y a ella no la dejes escapar, aunque por ahora no se irá, será la única que te creerá, que te dirá que no le importa lo que hayas echo, pero que se alegra de que te hallas dado cuenta. A los demás tendrás que volver a ganártelos.
Bien, yo ya me voy. Espero haberte servido de algo. Piensa.

+Ah, ella fue a coger el bus de camino a casa, todavía está esperándolo en la parada, si te das un poco de prisa a lo mejor llegas…
Ten presente que buses pasan cada 5 minutos, y que ella los perdería todos por ti.
Espero que tú también por ella… Hasta siempre.

1 comentario: