domingo, 3 de abril de 2011

La cobardía nunca es la mejor opción.

Era la última, después de esa noche, ella tenía previsto desaparecer, como si no hubiera existido.
Nadie volvería a verla. 
Pero, en el fondo, ella no quería irse. Le amaba. ¿Por qué le iba a dejar así como así? ¿Por qué, a pesar de todo seguía pensando en esfumarse? Ella no podía estar sin el...pero había otras razones.
El. Siempre era el centro de sus problemas. 
No sabía que hacer. Desaparecer. Quedarse. Quedarse y afrontar las cosas como son, coger los problemas de cara, y estar con el, que era lo importante.
También podía escoger el camino fácil y dejarlo todo atrás.
Se abrazó a el. Pensó que podía quedarse un rato, solo un rato más...
Se quedó dormida. 
A la mañana siguiente ya no podía irse. Menos mal...

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