domingo, 3 de abril de 2011

Te todo.

El cielo era gris. Las nubes amenazaban con una tormenta. El viento soplaba, silbaba, hablaba…y ella lo escuchaba. Asomada a la ventana dejaba que el frío la envolviera y pensaba en el.
De repente, un destello llamó su atención, un reflejo…se giró y lo primero que vio, fue una foto que se había caído. La recogió. Eran ellos dos.
Juntos. Sonriendo. Como siempre.
El dolor la atravesó. Estaba haciendo las cosas mal, sin quererlo…El solía decirle que no, que todo estaba bien, pero ella no le creía, las dudas seguían acumulándose en su cabeza. ¿Estaba arrepentida? No. No lo estaba. Eso era lo único de lo que estaba segura. Entonces… ¿Por qué tantas preguntas? ¿Por qué?
Volvió a dejar la foto en su sitio. Cerró la ventana y se sentó en la cama. Necesitaba hablar con el. Necesitaba escuchar su voz, hacerle preguntas, decirle lo que sentía…
Fue hacia el teléfono y le llamó. Le dijo que necesitaba hablar, el le preguntó si quería que fuera a verla y ella contestó que si. A los diez minutos estaban en el puerto. Hacía frío. Mucho frío.
Ella le dio un abrazo. Ese fue su único saludo.
El la miró extrañado, con miedo en los ojos. Aún así la abrazó y la besó.
Ella echó los brazos alrededor de su cuello, cerró los ojos y se olvidó de todo. Ya no hacía frío. Las dudas, todas y cada una de ellas, habían desaparecido. Se esfumaron de golpe.
Cuando se separaron, el todavía inquieto le preguntó:
-¿Qué querías decirme?
Ella ya no lo sabía y solo logró contestar…
-Yo…Umm...bueno…esto…
-¿Qué?-cortó el.
-Que te quiero.
El la miró extrañado, iba a contestar cuando ella dijo:
-Bueno no, no te quiero.
Hizo una pausa y lo miró a los ojos.
-Te amo, bueno y te odio, y si, también te quiero y a veces tengo ganas de matarte, no sé, lo hago todo a la vez…yo…yo…supongo que…te todo.
El la miró, sonrió y empezó a reírse. Después le dijo:
-Si, yo también te todo a ti.
Le dio un beso en la frente, la cogió de la mano y se fueron andando.
Ya no hacía frío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario